Seguro no se ha hecho vicio, pero el consumo cotidiano de marihuana, al fumarse o comerse, sí produce problemas en tu circulación general, pero tiene un efecto muy específico que podría ocasionarte un infarto.
Esta conclusión es a la que llegaron investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), quienes encontraron que el consumo crónico de cannabis está asociado con riesgos cardiovasculares significativos.
La investigación, publicada ayer en la revista científica JAMA Cardiology, concluye que las personas que consumen marihuana regularmente presentan una reducción en la función de los vasos sanguíneos comparable a la de los fumadores de tabaco, aproximadamente a la mitad en comparación con quienes no lo consumen.
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Esta disminución en la función vascular está asociada con un mayor riesgo de sufrir infarto, hipertensión y otras condiciones cardiovasculares, según señala el informe.
Para la elaboración de este estudio, los investigadores reclutaron a 55 personas entre octubre de 2021 y agosto de 2024. Personas aparentemente saludables que consumían marihuana fumada o en comestibles que contenían tetrahidrocannabinol (THC), el principal compuesto psicoactivo del cannabis.
Ninguno de ellos consumía ninguna forma de nicotina y todos le entraban al cannabis al menos tres veces por semana durante un mínimo de un año. Los fumadores promediaban 10 años de uso crónico, mientras que quienes consumían comestibles, cinco.
Además de la disminución en la función vascular, los fumadores de marihuana presentaron cambios en su suero sanguíneo que resultaron perjudiciales para las células que forman el revestimiento interno de todos los vasos sanguíneos y linfáticos. Sin embargo, quienes consumían comestibles con THC no mostraron estos cambios.
Esta investigación se suma a evidencia ya conocida que asegura que el consumo cotidiano de cannabis podría dañar el sistema cardiovascular. Un estudio estadístico de 2024 encontró que el consumo diario de marihuana se asociaba con un aumento de 25% en el riesgo de sufrir un infarto y de 42% en el de accidente cerebrovascular.
Pero a diferencia de lo encontrado en el pasado, este nuevo estudio también midió la función cardiovascular en adultos sanos que consumían estrictamente comestibles de cannabis sin fumar, quienes, con el respaldo de prestigiosas organizaciones, como la Asociación Americana del Corazón, creen que así se daña menos a su corazón, idea que es cuestionada por estos nuevos resultados.