Un estudio longitudinal de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) demostró que el uso de redes sociales aumenta los síntomas depresivos en preadolescentes, estableciendo una relación causal directa.
La investigación siguió a casi 12,000 niños de 9-10 años durante tres años, utilizando datos individuales para rastrear cambios específicos en cada participante.
¿Y qué fue lo que encontraron?
Para el estudio, el uso de redes sociales aumentó de 7 a 73 minutos diarios, promedio. Con este cambio, los síntomas depresivos aumentaron 35% durante el desarrollo del estudio.
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Como consecuencia también directa, los infantes de 11 a 12 años víctimas de acoso cibernético tuvieron 2.62 veces más probabilidad de ideación suicida y mayor tendencia al consumo de sustancias.
¿Prohibir el uso de redes sociales es una solución?
El doctor Jason Nagata, profesor asociado del Departamento de Pediatría de UCSF y autor principal del estudio, reconoce que prohibir el uso de dispositivos no constituye una solución efectiva ante los riesgos del uso de redes sociales. "Como padre de dos niños pequeños, sé que simplemente decirles a los niños que dejen el teléfono no funciona realmente", señala el especialista.
¿Cuál es la solución para que las redes sociales no afecten a losa niños?
Por ello, recomienda implementar un plan familiar de medios que establezca reglas claras sobre el uso de tecnología para todos los miembros del hogar. Este enfoque reconoce que los hábitos digitales saludables requieren participación de toda la familia, no solo restricciones para los menores.
El plan debe incluir horarios específicos para el uso de dispositivos, definir espacios libres de tecnología y establecer consecuencias claras cuando no se cumplan los acuerdos. Los expertos sugieren que estas reglas se construyan mediante diálogo familiar, permitiendo que los niños participen en la creación de las normas que los afectarán.
Poner en marcha los momentos sin dispositivos electrónicos representa otra estrategia fundamental. Los investigadores recomiendan establecer horarios específicos donde toda la familia se desconecte de teléfonos, tabletas y computadoras.
Las comidas familiares constituyen oportunidades ideales para estos periodos de desconexión. Durante estos momentos, las familias pueden fortalecer vínculos interpersonales, desarrollar habilidades de comunicación y crear rutinas que no dependan de la estimulación digital.
El tiempo previo al sueño también requiere atención especial. Los estudios demuestran que el uso de pantallas antes de dormir altera los patrones de descanso, factor que contribuye al desarrollo de síntomas depresivos en adolescentes.
¿Cómo los padres pueden poner el ejemplo a sus hijos?
Los especialistas enfatizan la importancia de mantener diálogos regulares sobre el uso de redes sociales. Estas conversaciones deben adoptar un enfoque no punitivo, que permita a los menores expresar sus experiencias digitales sin temor a consecuencias inmediatas.
Los padres pueden indagar sobre las plataformas que utilizan sus hijos, el tipo de contenido que consumen y las interacciones que mantienen en línea. Este conocimiento permite identificar situaciones de riesgo como cyberbullying o exposición a contenido inapropiado.
La investigación de UCSF encontró que los niños víctimas de acoso cibernético presentaron 2.62 veces mayor probabilidad de desarrollar ideación suicida. Esta estadística subraya la importancia de crear canales de comunicación donde los menores se sientan seguros para reportar experiencias negativas en línea.
Los expertos señalan que los adultos deben examinar sus propios hábitos digitales antes de establecer reglas para los menores. Los niños aprenden principalmente a través de la observación, por lo que el comportamiento parental frente a los dispositivos influye directamente en los patrones que desarrollarán los hijos.
Los padres pueden demostrar uso responsable de tecnología estableciendo horarios específicos para revisar correos electrónicos, limitando el uso de redes sociales durante tiempo familiar y priorizando interacciones cara a cara sobre comunicación digital.