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Bernardo Flores se ha convertido en un referente artístico de la lucha libre en México. Desde hace más de 15 años, este apasionado del pancracio ha transformado su amor por los encordados en un arte que lo ha llevado a exponer sus obras en Japón, España y Estados Unidos.
Todo comenzó cuando tenía apenas 3 años. A esa edad ya realizaba sus primeros dibujos, pero su carrera despegó en las afueras de la Arena México, donde con una caja de gises y hojas empezó a vender ilustraciones de luchadores por 40 pesos. Así nació el “Muralista del Pancracio”.
Místico, su primer gran trazo
El primer luchador que ilustró fue Místico, antes de que desenmascarara a Black Warrior. Su talento llamó la atención de Jesús Ornelas, dueño de la Taquería Chabelo, quien le pidió decorar los muros de su local con murales de ídolos del ring. Varios de ellos incluso le regalaron sus máscaras, que hoy forman parte de su colección.

Murales, exposiciones y tablas de skate
A pesar de no tener estudios en dibujo, Bernardo ha creado obras que decoran espacios como el Museo del Juguete Antiguo (MUJAM), el Guerreros Gym y más. Su estilo ha sido comparado con el de muralistas clásicos, pero con un toque callejero y moderno.
Además del muralismo, prepara:
Una exposición personal
Una serie de tarjetas coleccionables
Una línea de tablas de skate pintadas a mano

El coleccionista de máscaras
Bernardo también es reconocido por su colección de máscaras originales, que ha obtenido gracias a intercambios con luchadores. Muchas de sus piezas tienen historia y valor emocional para el artista.